La Asociación Civil ProMaiz Nativo surgió como una iniciativa resultado de una síntesis de ideas de reuniones de un panel de expertos multidisciplinarios sobre Maíces Nativos de México y su comercialización justo.
El siguiente documento es una relatoría de los puntos claves de los acuerdos consensuados en estas primeras reuniones y se tomaron como la base de la ética buscamos construir para el benéfico de los pequeños productores tradicionales de maíces nativos.

La siguiente nota fue redactada en noviembre 2017

Comercialización de maíces nativos de México

Este documento refleja parte de los diálogos que hasta ahora se han realizado para promover un código de ética voluntario de acopio y garantizar la integridad de una cadena de valor que ponga en contacto a los productores de maíces nativos con los compradores de grano de manera que no aumente los gastos del productor. Como parte de esto, refleja los elementos que podrían definir los maíces nativos y las categorías de productores reconocidos. Las observaciones aquí expuestas se derivan de la colaboración de CONABIO y CIMMYT en los temas abordados y de los talleres con la participación de expertos, realizados en los meses de mayo y octubre de 2016.

Introducción

Mesoamérica es el centro de origen del maíz. Mediante la selección activa durante varios miles de años, los productores mexicanos domesticaron el cultivo y crearon aproximadamente 60 razas distintas de maíz que forman el continuum de la variación genética de maíces nativos, que siguen siendo cultivadas con semillas guardadas por los productores. Estos maíces muestran una enorme diversidad en el tipo de planta y mazorca, así como en la calidad y textura de grano; se siembran en miles de localidades donde se utilizan en la elaboración de platillos típicos, y otras especialidades. Reconocidos por su calidad culinaria, existen en México desde hace tiempo mercados especializados para el grano de los maíces nativos. Recientemente, ha aumentado la demanda comercial de estos maíces, ya que su grano ha encontrado nichos de mercado para productos de comida en Europa, Estados Unidos, y México.

Por lo general, el grano de maíz nativo se cotiza por encima del precio del grano del maíz híbrido comercial; su valor de mercado varía según su raza y el uso que se le da. Existen, consumidores y usuarios (como los chefs) dispuestos a pagar un precio más alto que el del hibrido por su calidad culinaria especial. Para la economía de los pequeños productores de los maíces nativos este sobreprecio puede representar un beneficio substantivo.

Por su parte si están dispuestos pagar un sobreprecio, los compradores, los usuarios y los consumidores pueden pedir la certeza de que el grano o producto derivado que obtienen 1) sea lo que se declara ser, no esté mezclado, o cruzado con maíz híbrido comercial; y 2) que haya sido producido en el campo de un pequeño productor tradicional. 3) Asimismo, el proceso de compra-venta debe ser transparente para todas las partes involucradas.

Es en este contexto, se realizaron dos talleres, el primero organizado por el CIMMYT y la CONABIO durante el 30-31 de mayo y el segundo por el CIMMYT, con la participación de la CONABIO, el 17 de octubre de 2016, con la asistencia de expertos en maíces nativos, de diversas especialidades e instituciones y organizaciones mexicanas, quienes discutieron y propusieron los criterios para definir : 1) los tipos de maíz, los agricultores, los acopiadores y los compradores que podrían formar parte de dicho mercado, y 2) cómo crear un grupo de especialistas en el maíz nativo que proporcione información y apoye a los pequeños productores que quieran participar en el mercado de especialidad de maíces nativos.

Elementos considerados hasta ahora:

  • Se formará un grupo de especialistas en maíces nativos, interesados en colaborar en fortalecer y ampliar un mercado de especialidad de maíces nativos, bajo principios de justicia y transparencia; manifestamos asimismo nuestra entera disposición para que, desde nuestras respectivas áreas, se genere y difunda información que ayude a los pequeños productores a acceder a los mercados de especialidad, con el propósito de que este esfuerzo beneficie a quienes por generaciones han sido los custodios de estos maíces milenarios y, por ende, apoye la conservación de maíces nativos de México.
  • Asimismo, confiamos en que a través de estos esfuerzos se fortaleza el proceso de comercialización de maíces nativos de México, que es el centro de origen de este cultivo.
  • Para lograr lo anterior de manera que se integre la experiencia y el conocimiento de los investigadores en la materia y promueva los intereses de los productores que cultivan y conservan los maíces nativos, proponemos la formación de una organización sin fines lucrativos que se encargue de:
    • Identificar los maíces nativos y certificar la semilla y cosecha de sus productores
    • Impulsar los beneficios de la comercialización de los maíces nativos para los pequeños productores.
    • Establecer una marca colectiva para productores y acopiadores de los maíces nativos, que se podría emplear junto con otras certificaciones o marcas colectivas para agregar valor al grano y los productos derivados como parte de su comercialización y promoción comercial. Finalmente, la marca colectiva se puede utilizar para otros cultivos nativos sembrados en asociación (milpas) con los maíces nativos.
  • La certificación de maíces nativos busca asegurar que los materiales que sean comercializados como tales cumplan con las características abajo señaladas como “tipo de maíz nativo” y “pequeños productores tradicionales”, así como asegurar la “trazabilidad” de los productos comercializados como maíces nativos a través de la cadena.

Definiciones de términos

Los siguientes puntos detallan los objetivos para diferenciar los maíces nativos y la formas de producirlos de otros tipos de maíz, pues de esta manera se mantiene el proceso evolutivo y biocultural mediante el cual se han generado los maíces nativos mexicanos y la diversidad genética que contienen.
Por ende, algunos de los puntos detallados a continuación podrán ser tan dinámicos como el sistema lo amerite; sin embargo, deberá mantenerse el principio de favorecer a quienes históricamente han producido y mantenido estos maíces, para que exista la opción rentable de seguir sembrándolos y conservándolos.

Tipo de maíz

Se sugiere otorgar a productores de maíces nativos una acreditación para que se cumplan los requisitos de uso de una marca colectiva de los maíces nativos, a fin de que el productor puede diferenciar su maíz al comprador y que tenga la certeza del tipo de maíz que adquiere.
Específicamente, el objetivo es diferenciar los maíces nativos de maíces híbridos y sus generaciones avanzadas, o maíces genéticamente modificados, por lo que éstos no podrían ser acreditados.

Dado que el margen de beneficio del maíz es muy bajo, este panel de expertos en maíz nativos se brindará su tiempo para servir como asesores a los productores tradicionales para apoyar que este mercado beneficie los productores de maíz nativo.

Un panel de expertos en maíces nativos debe establecerla los requisitos de cumplir con la determinación de maíz nativo bajo los reglas de la marca colectiva

Estos expertos deberán establecer reglas de la acreditación con base en sus conocimientos de maíces nativos y su experiencia en la conservación, identificación y localización de maíces nativos.

Se usarán muestras intactas de mazorcas cosechadas, datos del ciclo del cultivo, fotos o mediciones de las plantas y, de ser posible, visitas de campo y revisión de la semilla utilizada para la siembra. Esta información servirá para identificar si el maíz es nativo de México, designarlo dentro de las razas de maíces nativos mexicanas (raza o grupo racial) y determinar si la variedad en cuestión fue cultivada dentro del área geográfica de adaptación documentada por las bases de datos de la CONABIO y el INIFAP de la raza en cuestión para prevenir la deslocalización de razas de maíz.

Pequeños productores tradicionales

Los agricultores a los que se busca beneficiar con una acreditación como la que se menciona en la sección anterior son aquellos para quienes el cultivo de maíz es parte de una estrategia de vida y por tal razón consumen su propia cosecha y venden el excedente. Dicha cosecha proviene de semillas de maíces nativos que ellos mismos siembran y guardan o adquieren por medio de vecinos o familiares dentro de su comunidad, o comunidades vecinas. Se acreditaría preferentemente a productores pequeños tradicionales con terrenos hasta 10 hectáreas de comunidades donde se siembren predominantemente maíces nativos (no híbridos), lo cual maximizaría su conservación y haría más eficiente la acreditación de grupos de campesinos.
Los propósitos de la organización no lucrativa y la marca colectiva mencionadas anteriormente serán de asegurar la autosuficiencia de los productores (para consumo familiar), incrementar la productividad de su siembra de maíz mediante la selección participativa sin perder la calidad deseada de grano y comercializar los excedentes a un precio justo que compense la alta calidad de un tipo de grano y que además, está ligado a la cultura y a la historia de la localidad.

Consideramos que la organización en grupos de productores a nivel local o regional puede ser una vía para que los pequeños agricultores que cultivan y conservan estos maíces se beneficien de las oportunidades del mercado, ya que al pertenecer a una organización les permitirá distribuir mejor el costo de mantener una cuenta bancaria, contratar los servicios de un contador, y contar con la infraestructura necesaria para su inclusión en los circuitos de mercados de especialidad.

Para recibir la mayor parte del beneficio y fomentar las mayores oportunidades, transparencia y trazabilidad, organizaciones de productores podrían tratar de acopiar su propia producción de maíz. El panel de expertos percibe la necesidad de orientar a los campesinos en el tipo y posible costo de las diferentes formas de organizaciones, así como conectarlos con fuentes de recursos para que reciban asesoría en mejores prácticas de negocios. Este proceso deberá ser adecuado a cada localidad y consensuado entre sus miembros.

Mecanismo de trazabilidad en la venta de los maíces nativos desde los productores hasta los consumidores finales

Normalmente, los pequeños productores están en gran desventaja cuando negocian con los compradores de grano. Dado que actualmente los maíces nativos están siendo comprados a un precio mayor que el maíz híbrido/comercial, es necesario ofrecer algunas recomendaciones para fomentar un estándar ético de acopio y garantizar la integridad de una cadena de valor que vincule a productores que conservan maíces nativos con compradores interesados. Una manera de lograrlo sería que las organizaciones campesinas formen sus propios centros de acopio (recolección, almacenamiento y venta) de grano. Para crear transparencia en este sistema se podría hacer público el precio de compra a los productores y de venta a los intermediarios y compradores subsecuentes, así como los costos a lo largo de la cadena. Como indicador del precio mínimo justo, se recomienda usar el precio de grano de un tipo de maíz semejante y de color y calidad parecidos en la misma comunidad o en los mercados más cercanos. debería ser un precio que ayude a mejorar su calidad de vida y que compense los costos incrementales del proceso de acreditación y limpieza y presentación que se requiere el comprador.

No se admite la exclusión de productores de maíces nativos basada en afiliación política, creencia religiosa, etnia, género u orientación sexual. Los centros de acopio y compradores deberán garantizar la trazabilidad de su producto, desde el punto de acopio hasta el punto de consumo. Los compradores y acopiadores de grano a través de la cadena deberán estar conscientes de que de manera subsecuente, no podrán vender o utilizar como semilla ningún material, ya que está prohibido por la ley de semillas 2007, la cual dice explícitamente que no se puede usar como semilla un producto adquirido para consumo humano para la propagación vegetativa o de semilla.

Panel de expertos

Maíces nativos

Flavio Aragón Cuevas, INIFAP
Fernando Castillo González, Colegio de Posgraduados
Humberto Castro García, Universidad de Chapingo Región Sur
Noel Gómez Montiel, INIFAP
Juan Manuel Hernández Casillas, INIFAP
Rafael Ortega Paczka, Universidad Autónoma Chapingo
Martha C. Willcox, CIMMYT

Etnobotánica/Ecología

Edelmira Linares Mazari, UNAM
Hugo Perales Rivera, EcoSur
Robert Bye, UNAM

Química de alimentos

Amanda Gálvez Mariscal, UNAM

Información geográfica de recursos genéticos

Ariel Ruiz Corral, INIFAP/Universidad de Guadalajara

Sociología / Economía

Laura Saad Alvarado, SEMARNAT
Michelle Chauvet Sánchez, UAM
Pablo Fregoso Rojas, INAES
Mauricio R. Bellon, Biodiversidad Internacional
Elena Lazos Chavero, UNAM

Legislación ambiental

Patricia Tovar Millán, SEMARNAT

Recursos naturales

Alejandra Barrios SEMARNAT
Enriqueta Molina Macías Santamarina + Steta

Certificación/ Negocios de productos de agricultores/organizaciones para aliviar la pobreza

François Boucher, IICA/CIRAD
Adriana Aguerrebere, Impacto
Jerónimo Pruijn, Símbolo de Pequeño Productor Coop
J. Alejandro López Reyes, VAMOS
Lorenzo Nigo García, Certimex
Taurino Reyes Santiago, Certimex

Organizadores de los talleres

Martha C. Willcox, CIMMYT
Francisca Acevedo Gasman, CONABIO
Caroline Burgeff D’Hondt, CONABIO
Elleli Huerta OCampos, CONABIO
Fabiola González CONABIO
Jorge Larson Guerra, CONABIO
Margarita Cano Ramírez, CONABIO
Mahelet Lozada Aranda, CONABIO
Alicia Mastretta Yanes, CONABIO
Oswaldo Oliveros G., CONABIO
Caritina Venado Duran, CIMMYT